jueves, 16 de mayo de 2019

PALABRAS DE LEIBI NG EN LA PUESTA EN CIRCULACIÓN DEL LIBRO LOS NIÑOS Y LAS ARTES DE AÍDA BONNELLY DE DÍAZ



Distinguido público: Concurrimos hoy, a la puesta en circulación de un libro que conocí de las manos de su autora en estado primigenio y que con solo hojear sus páginas, capté el mensaje y disfruté de su lectura, como lo hicieron los niños al escuchar por primera vez, aquellas narraciones y poemas clásicos, que a través del tiempo nos han hecho sonreír, vibrar y suspirar.
“Dadnos libros —dicen los niños—, proporciónanos unas alas”, así lo confirma Paul Hazard, académico francés, tejedor de una relación panorámica de la literatura para niños.
Me refiero también, a aquellos niños que vibraron con José Martí en La Edad de Oro y en sus versos: “cultivo una rosa blanca, en junio como en enero, para el amigo sincero que me da su mano franca”.
Y los niños que inadvertidamente, han disfrutado de la lectura de un grupo de dominicanos que se han preocupado por el desarrollo de la literatura para niños: El grupo Pedro Henríquez Ureña, al que también pertenece doña Aída.
Y así, podríamos continuar y citar a Platero y otros libros para niños escritos por personas que han entendido que cultivar en el niño la simiente de la sabiduría, es ofrecerles la oportunidad de edificar sus vidas al calor de un sano y auténtico placer.
El libro que hoy les presento: “Los niños y las artes”, de la talentosa escritora y pianista dominicana Aída Bonnelly de Díaz, es producto de una faceta más que ella exhibe, es el despertar de un anhelo por transmitir a los infantes conocimientos y alegrías, de forma amena y sencilla, expresados en las diferentes formas del arte.
Ella nos muestra cada renglón del arte utilizando palabras enriquecedoras con figuras literarias, como cuando nos dice: “entre burbujas de agua susurraba agradables sonidos”, “se mecía al ritmo de la brisa”, “al cruzarse la mirada azul de Rubio, con la mirada café de Toribio”, y en otras frases que encierran enseñanzas éticas como: “la nobleza de conducta y la comprensión que ofrecemos a los amigos y conocidos”,
En esta obra, vemos como doña Aída juega con la fantasía estableciendo un equilibrio entre la misma realidad, acomodando sus intenciones con escenas cotidianas que mezclan la narrativa que nos recuerda a los escritores regionalistas con una visión amplia, de actualidad y enriquecedora, que abarca no solo caracteres humanos y artísticos, sino añoranzas de la vida del dominicano ausente, y mezclando con gusto estético, conservando una adecuada intención didáctica, bien hilvanada, que ayuda a nutrir la imaginación infantil y los lleva a conocer en forma amena lo que nos transfiere el lenguaje creador de la música, pintura, teatro, escultura, literatura y arquitectura.
Nosotros, preocupados por el desarrollo de este género que fomenta la imaginación, la fantasía y la facilidad de expresión, como lo es la literatura infantil, saludamos este esfuerzo creativo, válido, que aporta un ingrediente hermoso y necesario a la bibliografía dominicana.
Estamos seguros de que este libro hará a los niños y adultos, vibrar al unísono de lo que llama doña Aída, el lenguaje de las Artes. Felicitaciones a ella por su aporte a este género que coadyuva en el desarrollo de la fantasía, el vocabulario y la imaginación creativa de los niños dominicanos.

Disfruten de su contenido.

Leibi Ng
1992


Aída Bonnelly de Díaz nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Está casada con el reconocido escritor y abogado Virgilio Díaz Grullón, con quien procreó dos hijos. En 1949 se diplomó en el Juilliard School of Music de Nueva York, con una especialización en piano. Después realizó estudios en París, Francia y del 1961 al 1971 hizo cursos musicales de postgrado en la Universidad Católica de Washington. Doña Aída Bonnelly de Díaz desempeñó las funciones de Co-Directora Artística del Teatro Nacional desde 1973 hasta 1978. En esta posición, fue notable su labor de promoción a los jóvenes valores del arte. De 1980 a 1983, fue Directora Artística. A ella debemos la creación de la funcional Sala de la Cultural del Teatro nacional. Después de un período en el cual se dedicó a la enseñanza de piano a nivel avanzado, fue nombrada nuevamente Directora Artística del Teatro nacional, cargo en el cual permaneció hasta su renuncia en julio de 1990. La dedicación de Doña Aída Bonnelly de Díaz está representada en su obra. Ha publicado mil quinientos artículos sobre crítica musical y temas artísticos en el Listín Diario, además de seis libros que son: En Torno a la Música, obra que ganó el Premio Nacional en el renglón Didáctica en 1978. Testimonios del Canto y las Palabras, 1980. Síntesis de la Historia de la Música Dominicana, 1980. Variaciones, 1984 (obra narrativa). Retablo de Costumbres Dominicanas (1991) y Los Niños y las Artes, obra que hoy tienes en tus manos, escrita especialmente para ti para aprender a amar y valorar las artes, tal y como las ama y valora Doña Aída Bonnelly de Díaz.

Contraportada de la obra
Impresa en Editora Alfa y Omega