jueves, 21 de agosto de 2014

¡A galopar, a galopar… con el “Jinete de nubes” de Lorelay Carrón!


Si Lucía Amelia Cabral saludaba con esa gracia y propiedad que Dios le ha dado con “Albricias” a “Chiví, 100 adivinanzas nuevas” de Brunilda Contreras (el más vendido de la pasada Feria del Libro), yo muestro mi júbilo oceánico por el nacimiento de “Jinete de nubes”, la nueva obra de la escritora Lorelay Carrón ¡Todo un regalo para la infancia!
Lorelay Carrón
La literatura infantil dominicana da sus frutos, aunque no sean muchos los que se entreguen a esta vocación, tal y como expresa la escritora Chiqui Vicioso, presentadora de la nueva producción, quien pone fe en los artistas consagrados que actualmente incursionan en esta vertiente (Silvano Lora y la puertoplateña Johanna Goede).

Chiqui Vicioso destaca en “Jinete de nubes”: “…el lenguaje correcto y diversificado (…) la superación de la enfermedad a través del sueño, de la imaginación que es y siempre será un viaje al infinito, sea éste el cielo y las estrellas, o el mundo interior de cada niño o niña”.

Para nosotros, los frutos de la literatura infantil dominicana son cada vez más jugosos. Hay una gama de verdes en diferentes tonos hacia la madurez: algunos son modestos y precarios, otros muestran la brillantez en su contenido y una pobrísima ilustración, otros más decaen por la mala impresión; está el bien impreso pero de contenido malo… ¡En fin! Aunque la mayoría esta “zarazo” a medida que pasa el tiempo, las nuevas obras se acercan más y más a la apetitosidad, conjugando las lustrosas cáscaras (diseño, portada, ilustraciones, separación de colores, impresión), la pulpa (diagramación, dibujos, ilustraciones…) y la semilla (mensaje, goce estético, belleza de las palabras, concepto…) es un alimento cada vez más digno para nutrir a nuestra infancia.

Tenemos por guía la investigación del apreciado intelectual Miguel Collado, quien con “Una bibliografía preliminar de la literatura infantil dominicana (1821-1990)”, nos contagia su fe, dedicación y optimismo en las letras dominicanas al demostrar que aquí se escribe para la infancia y se escribe bien, desde hace tiempo, por lo que recoge 156 títulos.

¿Por qué los que muestran talento en estas artes tienen que esperar tanto para lograr un producto idóneo? Esa respuesta todo el mundo la sabe. La literatura infantil no está considerada como negocio o inversión, pero comienza a posicionarse.

Tal vez eso es lo que nos propone Lorealy Carrón con su “Jinete de nubes”:
—“Ese no es el modo de enfrentar un problema —les dijo el Jinete de Nubes —Hay que darle la cara a…”
¡Cada autor tendrá su propia Nube Feroz!

Ciertamente, hay que juzgar a un autor por el volumen total de su obra. Hay que probar, no en un opúsculo inspirado como padre/madre, tío, maestra… en la moral o la educación, sino en un trabajo consistente que haga transparentes vocación y capacidad.


Portada de la obra provisional en lo que scaneamos
“Jinete de Nubes” en tan sólo 16 páginas, el tercer libro de Lorelay Carrón (el segundo fue “Y se los llevó el Sol”), demuestra claramente que la calidad y la cantidad pueden ser independientes una de la otra.

Me refiero a que aunque un autor produzca un único aporte feliz, está haciendo historia. Pienso en Manuel García Arévalo y “La primera comunión de Laura”, preciosamente ilustrado por Arlette Simons y muy bien impreso. Este libro se convirtió para mí en un paradigma desde su publicación en 1990, pues conjuga lo que precisa la obra infantil: Calidad de contenido y diseño hermoso, con buena edición.
Claro que no es el caso de Lorelay, trabajadora incansable detro del campo de la Literatura Infantil. Ella transmite en sus textos la coherencia de una personalidad centrada, madura y capaz de responder a los imprevistos con certeza porque posee un universo cultural muy amplio. Podría decirse que tienen la imagen ideal de la escritora para la infancia aunando el conocimiento y la complicidad con los más pequeños. Además de la sonrisa presta y la orientación segura. Es profesional. Es madre. Es esposa. Es artista.

Lorelay Carrón escribe literariamente, no como madre, no como educadora y sin embargo como ambas, porque un artista es esencialmente él o ella y esa autenticidad es lo que vale realmente. Dibuja, ilustra, conoce los secretos de las artes gráficas, de las separaciones de colores y las tipografías, de las texturas y los degradados… y lo más importante ¡Lorelay conoce el alma de los niños!
Por este conocimiento, la autora nos regala un libro pleno de coloridos, equipado con certeras ilustraciones a cargo del joven profesional Henry Cid, armado con tapa dura para resistir la maravillosa energía de sus destinatarios y atinado en la selección étnica de los personajes, representando a la mayoría mulata del país. Además, hay que mencionar la calidad de impresión de Editora Taller para “Jinete de Nubes”, otro indicio de la madurez alcanzada por uno de los elementos vitales del progreso de la literatura infantil en Dominicana.

La escritora y los medios de comunicación

Eran los años 70. Lorelay Carrón de la mano de Chiqui Vicioso llegó un día al suplemento infantil de La Noticia, donde trabajó con la prestigiosa educadora Mechy Hernández. Fue el primer esfuerzo exitoso de un medio de comunicación impreso por suministrar a la población un producto hecho por especialistas dirigido exclusivamente a la infancia.

La primera obra literaria de Lorelay Carrón, escrita e ilustrada por ella misma, “Roberta: elefanta roja y coqueta” fue publicada en 1982, con 14 páginas. Un aporte de indudable calidad que perdura y cuya aceptación de parte de los niños he comprobado muchas veces.

Lorelay incursionó en la televisión y en la radio, siempre con la infancia como público. Esto, sumado a su labor en los diarios El Siglo, con su excelente Página para niños, que salía dos veces por semana, más su actual trabajo como editora en el Listín Diario, especialmente en Al Compás, consolidan una carrera dedicada con esmero a la comunicación con la infancia desde diferentes medios.

Mención aparte merece su paso por la fenomenal revista Tobogán porque es allí donde publica, durante el año 1987 sus brillantes trabajos: “¡Un día, pero un día!”, “Una historia de culebras”, “Arturo, un ratón feliz” y el cuento que hoy se ha convertido en libro: “Jinete de Nubes”.

Considero necesario hacer un paréntesis para resaltar la preocupación tangible de Miguel Cocco y de su esposa Minerva González, de Fondo Editorial, quienes fueron los pioneros en crear esta revista y que empezaron a dar apoyo a los escritores de literatura infantil. Ahí está Tobogán, La Enciclopedia del Niño, formando generaciones de dominicanos lectores.

Con una proyección trascendente, libros como “Jinete de Nubes” están destinados a las escuelas dominicanas para ser instrumentos de formación intelectual y emocional para la infancia, utilizados por profesionales: Psicólogos, pedagogos, animadores… De esta manera el artista se pone al servicio de las ciencias para construir el mundo que queremos y forjamos día a día.

De nuevo manos amigas de la empresa privada asisten a la publicación dirigida a la infancia: La Fundación Arturo J. Pellerano Alfau y la cadena de heladerías Baskin & Robbins contribuyen con el regalo a nuestros niños.

Gracias a Dios, cada día hay más empresas conscientes de los beneficios sociales de este tipo de apoyo a la cultura, que al mismo tiempo redunda en buena imagen para las compañías ¡Bien!

Y si el pequeño jinete creado por Lorelay Carrón monta en las nubes para surcar los cielos con su fe y determinación, enfrentando las dificultades, más coraje nos contagiará para publicar los nuevos libros de la literatura infantil dominicana del mañana, comprometidos desde ya con igualar o superar la excelente calidad de “Jinete de Nubes”.

Que la imaginación se afiance. Que la ilusión se haga emperatriz en el Reino de Fantasía. Que la magia nos ilumine como el sol y la luna, para que cada niño (bien sano), cabalgue sobre su nube por los cielos de Quisqueya en la hora de la diversión, la educación y el amor.

©Leibi NG
Publicado en LA NACIÓN
jueves, 6 de agosto de 1998

No hay comentarios:

Publicar un comentario